¿Para que meditar? o ¿por que meditar? son preguntas que uno mismo debería contestarse, ya que cada uno tiene unos motivos, razones y está en nuestro interior.
Pero hay una respuesta universal a estas 2 preguntas, y es todos los beneficios que obtenemos con la meditación.
Estos beneficios son muchos y los podemos aplicar a muchas áreas de nuestra vida de una manera sencilla.
¿Para qué meditar?
Para obtener un bienestar emocional, personal y espiritual equilibrado y en armonía con nuestro entorno.
Todos los beneficios de la meditación ya fueron enumerados y explicados extensamente en nuestro artículo «beneficios de la meditación«.
Puedes consultar el artículo para más detalle pero te enumeramos los principales puntos aquí debajo que serán fundamentales para reponder la pregunta ¿Para qué meditar?
- Relajamos con la meditación desde el primer día nuestro cuerpo y nuestra mente
- Aumento de nuestra memoria a corto, medio y largo plazo.
- Mayor poder de concentración en las tareas diarias y tareas rutinarias.
- Mejora nuestro sueño haciendo que descansemos más y nos levantemos con más energía.
- También afecta positivamente a nuestro estado de ánimo.
- Esta comprobado que regula nuestra presión arterial.
- Combate los síntomas de depresión.
- Aumenta los niveles de felicidad del organismo.
- Convierte en personas más estables emocionalmente hablando.
- Ayuda a controlar y reducir nuestra ansiedad.
- Las defensas se ven aumentadas en nuestro sistema inmunológico.
- Calma y elimina los síntomas y el propio estrés.
- Nos ayuda a conocernos mejor.
- Nos ayuda a la toma de decisiones complicadas.
- En general alivia nuestro dolor.
- Nos ayuda a sentirnos mucho mejor.
A que tras esta lista ya tienes mucho más claro ¿Para qué meditar?
Pero esta lista, donde se encuentran solo algunos de los beneficios de la meditación, no son todas las razones por las que meditar.
Y es que la primera razón que debe dar respuesta a tu pregunta para que meditar debe estar dentro de tí.
Debe venir de tu interior, tu eres quien debe saber para que meditar, no por sus múltiples beneficios, no por el bienestar que te trae, si no porque es una práctica que te gusta y de la que disfrutas.
Al igual que cuando hablábamos de la meditación para niños, debe ser algo que no se imponga, ya que entonces se realizará como un deber, una obligación y dejará de tener sentido.
La meditación y el hecho de aprender a meditar debe ser una afición de la que tengamos ganas, y que nos llame desde el interior.
Eso no quiere decir que no requiera disciplina, o que podamos aprender a meditar meditando 1 vez al mes y con muy poca regularidad, no.
Eso quiere decir que como toda disciplina hasta cierto punto compleja hay que dedicarle un tiempo y un esfuerzo, pero ese esfuerzo debe ser algo por lo que estemos motivados.
Por eso la pregunta te la retornamos a tí. Pregúntate ahora, ¿Para que meditar? ¿Para que meditas tú? Puedes dejarnos abajo en los comentarios tu respuesta 🙂
¿Por qué meditar?
¿Has sido capaz de contestar la pregunta anterior? Saber cual es tú razón para meditar, es algo impuesto o te nace de dentro.
No es una pregunta sencilla, sabemos que las respuestas pueden ser múltiples.
Meditar porque encuentro paz, me beneficia en mi día a día en esto o aquello, me centra y equilibra, porque sencillamente así lo siento…
Es una pregunta abierta que no tiene por tanto una única respuesta correcta, arriba te mostrábamos el listado con los principales beneficios de la meditación, seguramente si estas meditando cumplas muchos de ellos.
Pero al igual que quien es un apasionado del deporte, del ciclismo por ejemplo, lo que le mueve a seguir con esa actividad no son los beneficios, es algo inexplicable.
¿Por que debemos meditar?
Navegando por Internet vimos varios artículos que hablaban sobre por que debemos meditar, y creo que incurren en un error de base al enunciar así el artículo.
No «debemos» meditar, la palabra debemos implica imposición y como os decíamos antes, la meditación y el por que meditar es algo que debe surgir libre y naturalmente de nosotros.
¿Por qué meditar 40 días?
Este es otro enunciado con el que nos hemos topado varias veces y que también creemos desde nuestro humilde opinión que parte de un error de base.
La meditación no debería estar pensada para tener una duración concreta. El pretender meditar 40 días es querer esperar resultados infinitos (bienestar, armonía, equilibrio…) con algo finito, unos días determinados.
La meditación ha de nacer por tanto de nuestro interior y florecer el tiempo necesario durante el cual disfrutemos de esta actividad.
Si bien es cierto que como cualquier hábito, al principio debe realizarse de forma periódica, y debemos para ello tener disciplina, no debemos obligarnos, ni poner barreras o metas temporales.
Esperamos que tras este artículo hayas podido reflexionar y crear una idea propia sobre para qué o por que meditar.
Sabéis que en aprender a meditar estamos para ayudaros en el camino de la meditación y resolver las dudas que os puedan surgir.
Podéis también comentarnos aquí debajo dudas, inquietudes y vuestras opiniones sobre cualquier cosa relacionada con la meditación y aprender a meditar 🙂
